En la mitología nórdica, Amsvartnir (literalmente «negro como el alquitrán»Orchard (1997:6).) es un lago que contiene la isla Lyngvi, donde los Æsir, los dioses del Asgard, tras los dos intentos fallidos de atarle al lobo Fenrir, primero con la cadena Leding y después con la todavía más fuerte Droma, finalmente lo consiguen con Gleipnir, una cinta liviana, dulce, sedosa y fina, fabricada con el sonido de la pisada del gato, la barba de la mujer, las raíces de la montaña, los nervios del oso, el soplo de los peces y la saliva del pájaro.